Por razones de salud de mi madre viaje a la Quinta Región. Allí viven mis padres, hermanas y otros familiares. Esta vez fue distinto a otras veces por varias razones y una de ellas fue el reencontrar me con mi hermano. Hacía varios años que no lo veía físicamente. No es lo mismo comunicarnos por teléfono que vernos cara a cara, conversamos nos reímos y volvimos a sentirnos hijos de nuevo como si no hubiéramos salido del hogar. Los dos hemos pasado tantas situaciones difíciles estando lejos de nuestras raíces. También hubo momentos donde nuestros sentimientos afloraron y entre lágrimas y risas logramos desahogarnos y contar nuestras adversidades. Ambos nos alejamos por razones de trabajo y nos radicamos en otras ciudades (él en Chillán y yo en Osorno). No es fácil reunirnos todos a la vez padres y hermanos, sobrinos, sobrinas, cuñados.Otra experiencia que tuve por la enfermedad de mi madre, fue tener que viajar a Santiago. Yo siempre paso por esta ciudad en el bus que me trae de Osorno, pero hacía mucho tiempo que no caminaba por sus calles. Conocí lo que es desplazarse por el metro combinado con el Transantiago. La capital reúne todo lo importante para los seres de este país, la congestión es tan grande que no sé de dónde sale tanta gente. En el metro siempre lleno no hay posibilidades de gentilezas y lo mismo sucede con los buses que son de segunda mano, poco gratos, con mucha gente parada. La gente de la tercera edad no tiene la posibilidad de ser tratada con delicadeza, porque traen pocos asientos que son incómodos y resbalosos. Este tipo de transporte es inadecuado por los peldaños para subirse y por los afirmaderos del techo, recordando que el promedio de las personas que suben a este tipo de transporte es de estatura pequeña o mediana, sobretodo, los ancianos que ya tienen problemas en su esqueleto. Si el chofer tiene que frenar es muy difícil poder afirmarse.Esto me sirvió para tener mi opinión al respecto de los cambios del sistema de transporte, porque todo lo que sabía era a través de la TV. Puedo decir que el propósito no es malo, se supone que es para descongestionar las calles de la ciudad, pero debe mejorarse en los aspectos que mencioné antes.Sin pensarlo siquiera me llamaron para que participara en un congreso de BioAutismo que se realizaba en la ciudad de Los Andes. Lo medité, pero acepté. El seminario fue bien interesante para conocer aspectos nuevos sobre los Trastornos de la comunicación y Autismo.Hacía muchos años que no iba para allá y me sirvió para ver familiares que viven en esos lados. Sentí cariño y agrado recíproco de toda la gente que visité. Fueron pocos días, pero lo suficientes para reanudar lazos y recordar algunas anécdotas de mi niñez. Pasé tantos veranos en donde vivían mis abuelos (Comuna de San Esteban) que aún me viene la nostalgia de aquellos veranos.Me tocó trabajar en esos lugares porque mi carrera que está relacionada con la agricultura.Ya estoy de nuevo en mi hogar, pero la experiencia que tuve esta vez fue mucho más llena de emociones de todo tipo.
Mi forma de ser no es lo que se espera de una mujer tradicional, pero he sobrevivido hasta el momento.
5 de septiembre de 2009
REANUDANDO LAZOS Y OTRAS COSAS
Por razones de salud de mi madre viaje a la Quinta Región. Allí viven mis padres, hermanas y otros familiares. Esta vez fue distinto a otras veces por varias razones y una de ellas fue el reencontrar me con mi hermano. Hacía varios años que no lo veía físicamente. No es lo mismo comunicarnos por teléfono que vernos cara a cara, conversamos nos reímos y volvimos a sentirnos hijos de nuevo como si no hubiéramos salido del hogar. Los dos hemos pasado tantas situaciones difíciles estando lejos de nuestras raíces. También hubo momentos donde nuestros sentimientos afloraron y entre lágrimas y risas logramos desahogarnos y contar nuestras adversidades. Ambos nos alejamos por razones de trabajo y nos radicamos en otras ciudades (él en Chillán y yo en Osorno). No es fácil reunirnos todos a la vez padres y hermanos, sobrinos, sobrinas, cuñados.Otra experiencia que tuve por la enfermedad de mi madre, fue tener que viajar a Santiago. Yo siempre paso por esta ciudad en el bus que me trae de Osorno, pero hacía mucho tiempo que no caminaba por sus calles. Conocí lo que es desplazarse por el metro combinado con el Transantiago. La capital reúne todo lo importante para los seres de este país, la congestión es tan grande que no sé de dónde sale tanta gente. En el metro siempre lleno no hay posibilidades de gentilezas y lo mismo sucede con los buses que son de segunda mano, poco gratos, con mucha gente parada. La gente de la tercera edad no tiene la posibilidad de ser tratada con delicadeza, porque traen pocos asientos que son incómodos y resbalosos. Este tipo de transporte es inadecuado por los peldaños para subirse y por los afirmaderos del techo, recordando que el promedio de las personas que suben a este tipo de transporte es de estatura pequeña o mediana, sobretodo, los ancianos que ya tienen problemas en su esqueleto. Si el chofer tiene que frenar es muy difícil poder afirmarse.Esto me sirvió para tener mi opinión al respecto de los cambios del sistema de transporte, porque todo lo que sabía era a través de la TV. Puedo decir que el propósito no es malo, se supone que es para descongestionar las calles de la ciudad, pero debe mejorarse en los aspectos que mencioné antes.Sin pensarlo siquiera me llamaron para que participara en un congreso de BioAutismo que se realizaba en la ciudad de Los Andes. Lo medité, pero acepté. El seminario fue bien interesante para conocer aspectos nuevos sobre los Trastornos de la comunicación y Autismo.Hacía muchos años que no iba para allá y me sirvió para ver familiares que viven en esos lados. Sentí cariño y agrado recíproco de toda la gente que visité. Fueron pocos días, pero lo suficientes para reanudar lazos y recordar algunas anécdotas de mi niñez. Pasé tantos veranos en donde vivían mis abuelos (Comuna de San Esteban) que aún me viene la nostalgia de aquellos veranos.Me tocó trabajar en esos lugares porque mi carrera que está relacionada con la agricultura.Ya estoy de nuevo en mi hogar, pero la experiencia que tuve esta vez fue mucho más llena de emociones de todo tipo.
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