Algunos recuerdos de mi época liceana
Recuerdo con nostalgia la llegada del otoño cuando era una liceana. La Avenida Libertad de Viña del Mar, tiene a sus dos costados unos inmensos árboles llamados plátanos orientales, cuando empiezan a caer sus hojas doradas es inevitable pisarlas. Sentir el sonido crujiente era como un deleite a mis oídos, casi musical. Unas cuantas veces con mis amigas íbamos levantando los pies de adrede para elevarlas y luego pisarlas como un juego entretenido o nos tirábamos encima los montones de hojas como una tontería, sobretodo, cuando salíamos mas temprano de lo era habitual en nuestro horario. Otra entretención que teníamos si salíamos temprano era ir a capear las olas a la avenida Perú y consistía en correr cuando el mar golpea las rocas y forma una lluvia en que muchas veces quedábamos mojadas, pero no era peligroso sólo nos hacía botar un poco de energía de sobra que es propia de los adolescentes.
Al pensar en esta época no puedo dejar de relacionar muchas cosas que se vienen a mis recuerdos como el uniforme que teníamos que usar (la falda y chaqueta de color azul marino, blusa blanca y como algo que nos distinguiera de otros liceos era usar zapatón café y calcetines beige( lo normal de aquellos años eran zapatos negros y calcetín blanco en todos los liceos)En la puerta del liceo se ponía una impectora a revisar que se cumpliese con la norma del establecimiento, a mi me parecía como un sargento militar dirigiéndose a su tropa, en todo caso cumplía bien su papel y las alumnas de esta casa de estudios se distinguían en esa época por verse unas damitas bien educadas y ordenadas. Nunca sentí que me veía bien con esta indumentaria, me parecía estar muy gorda a o este uniforme se me arrugaba en partes que no me gustaba, a veces me era casi desagradable, pero hoy me doy cuenta que eran cosas de la edad.
No fui una alumna brillante en la secundaria, repetí curso y era muy desordenada con mis cuadernos y también en conducta, en mi mente siempre había otras prioridades o divagaba con facilidad, podría quizás justificarme, pero ahora tiene un nombre esta forma de ser y un diagnóstico llamado Déficit Atencional. Sin embargo, no me fue mal en la prueba de aptitud quedé en la Universidad y logré sacar un titulo universitario que me sirvió para trabajar e independizarme. Supe aprovechar bien mi trabajo y con ahorro logré adquirir algunos bienes materiales que me dieron estabilidad económica y libertad por muchos años para poder decidir algunas cosas de mi vida sin la intervención de terceras personas.
Kot
 
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